sábado, noviembre 25

Oaxaca. Séptima megamarcha

Aún era de noche. El bullicio de la ciudad, los taxistas, los puestos de tacos y café era el habitual de México. Seis de la mañana, amanecer suave en Oaxaca. Pregunté por los colectivos en un puesto y me tome un café de olla. Todo tranquilo excepto por el deambular de un loquito descalzo o calzado de pura mugre que discutía consigo mismo. Empezaron a llegar colectivos y me subí a uno que iba al centro. Pregunté por el zócalo y me ayudaron. Todo tranquilo excepto por el huero con mochila. Me bajé a indicación de la gente y fui a buscar un sitio donde dejarla, descansar y buscar a Txabi.

Estaba el Zócalo rodeado de antidisturbios y con restos de coches quemados a modo de barricada, algunos policías iban ya equipados. Los edificios antiguos estaban llenos de pinturas tapadas y vueltas a pintar.
Pregunté y miré en hoteles o que estaban cerrados o muy caros, espere delante de un albergue y encontré a un chaval de allí que me recomendó uno que llevaba un amigo suyo con el que había trabajado. Llegue a casa de la señora Adela, madre de Chema. El hotel está antes del final de la calle Fiallo, bajando hacia el sur. Tenía un patio, una cocina comunitaria y se veía bonito. Dejé mi equipaje, me duché y comí algo. Me llegó una llamada al celular y finalmente me encontré a Txabi en la calle Trujano, pasado el mercado y el Zócalo. Vi a un par de reporteros y observadores cruzando junto al mercado con sus mochilas llenas de máscaras y cámaras. Días más tarde conocí a uno de ellos de LIMEDDH, por lo visto estuvo con Bradley Rolland Hill cuando le dispararon en la colonia Calicanto.

Fuimos al nuevo hotel y les presente a Txabi y decidimos quedarnos allí. También hablé con Mili, una amiga de Pety, con la que había trabajado en Chihuahua. Encontré en el diario Noticias de Oaxaca el lugar y hora de la manifestación, Santa Maria de Coyotepec al sur de la ciudad, cerca de un edificio del ayuntamiento a las diez, Txabi y yo fuimos hacia allá y queda con Mili que nos veríamos durante la manifestación por el centro.

Llegamos al lugar donde comenzaba la marcha sobre las diez y media y comimos algo y hablamos con la gente que se reunía, Txabi es muy simpático y comenzó a hablar con las maestras. Los maestros y toda la gente que se va reuniendo en esas asambleas son personas respetuosas y cuidadosas pero están en una situación de desconfianza hacia la gente que no conocen, nos advirtieron del peligro de ir diciendo que éramos voluntarios de derechos humanos.

La manifestación discurrió pacífica y ordenada, nos pusimos en hilera para reconocer a nuestros compañeros durante la marcha, había mucho temor a infiltrados durante la demostración pero poco a poco comenzó a llenarse de gente. Vimos muchos chicos jóvenes subiéndose a autobuses, mucha gente que andaba desplazándose por la ciudad se bajaba del autobús sin rechistar. Seguimos andando con Chelo y sus compañeros y después fuimos a tomar fotografias a lo largo de toda la marcha,

Durante la marcha se oyeron consignas como “Oaxaca no es cuartel, fuera ejercito de el” o “……. Había un coche con estudiantes de medicina que organizaban un soporte médico a la manifestación y otro coche con altavoces donde se daban instrucciones de organización a los manifestantes. Delante la manifestación caminaban los responsables de seguridad, algunos con pasamontañas y lanza cohetones. Durante la marcha se responsabilizaba a Ulises Ruiz, la PFP y el gobierno federal de la situación en Oaxaca y se hacían llamadas a nno responder a las provocaciones.

Durante la manifestación me encontre con Cris y conocimos a fotografos y periodistas. Es importante no ir solo en este tipo de marchas, donde sabes que la probabilidad de que hayan detenciones es muy alta.

La marcha entró por la calle Fiallos en direccion hacia el centro, girando por Abasolo , Tinoco y Palacios y Aldama, rodeando el Zócalo en una suerte de marcha espiral. En la calle Aldama con Bustamante el asfaltado no esta terminado y algunos responsables de la APPO, como Flavio Sosa y Florentino Pérez pidieron calma y se juntaron fotografos: allí me encontré con Mili. Al llegar a la calle Murguía con Alcalá se paro la manifestación. Durante el camino conocí a Alberto, a Alfredo y a un fotógrafo francés. Alberto me dio una máscara con vinagre para los gases lacrimógenos. Comenzaron a llegar autobuses cargados de escudos, cócteles molotov, cohetones y cajas con Coca Cola. Se fueron cruzando los autobuses para formar barricadas.

Sobre las dieciseis horas habían muchas personas delante de una barricada de la PFP en la bajada de la iglesia de Santo Domingo. El nerviosismo crecia y se lanzaban piedras contra algunos edificios hasta que una bala lacrimógena o algún producto aridendo empezo a dispersar a la gente. Algunos edificios de la calle Murguia empezaron a arder, la mayoría de la gente estaba en la bajada de Alcala y delante de cada barricada de la PFP se formaba otra de la marcha. Varios autobuses cruzados. Se lanzaban cohetones desde Alcala y los federales lanzaban a su vez petardos y antidisturbios. Empezaron a lanzarse cohetones desde independencia y morelos: de esta manera se hostigaba a la policia por el lateral este. La mayoría de gente estaba concentrada en Alcala y desde la organización de seguridad se reclamo ayuda al resto de barricadas por el este y sur rodeando al Zócalo.


Los policias se metieron en un autobús cruzado en Hidalgo y lo sacaron del medio lo que genero protestas entre manifestantes por no haber incendiado el autobús. Segui recorriendo las barricadas desde Alcala hasta Bustamante. Las idas y venidas de lacrimógenos y cohetones fue intenso. Los manifestantes sacaban los botes y los lanzaban fuera a lo alto de los edificios.

Sobre las seis de la tarde llego un mensaje por radio a las barricadas del sur pidiendo refuerzos en Santo Domingo lo que hizo que empezaramos a movernos hasta Alcala. Habian coches incendiados y por el este muchas calles vacias. El edificio colindante de la gasolinera estaba en llamas: era un edificio judicial. Con la noche era difícil distinguir que gente había. Llegué caminando hasta el parque de los llanos y algunos exaltados estaban quemando coches y el teatro juarez y el poder judicial estaban comenzando a arder.

Me encontre con Alberto en esa zona y con el fotografo francés y subimos heroes de Chapultepec. Por el camino se pidio dar ayuda a algunos compañeros que se habían quedado aislados cerca de los llanos y que luego subieron hasta la facultad de Medicina en corredizas. En la a venida se cruzo un camión y se intento hacer los mismo con el coche de un taxista que protestó y pudo salir, aunque un manifestante se llevo unas cajas con equipos electrónicos del taxista. Al llegar al hotel Fortín, Alberto nos recomendó que subieramos hacia la avenida del mirador para meternos por las callejuelas de la parte alta de la ciudad. Justo en ese momento llegaron coches de la PFP y empezaron a detener a la gente. En la manifestación había gente de todo tipo y la mayoría no cometía ningún tipo de delitos ni disturbios, todo el mundo iba con la cara tapada o con pañuelos para evitar los gases lacrimógenos.



Salimos corriendo y nos paramos unos minutos en una calle oscura y sin ruidos, seguimos caminando por la parte alta de la ciudad hasta llegar a la casa donde se estaba alojando Cris que andaba junto al grupo de periodistas que siguió a Alberto. Gente de la calle nos observaba y casi todos nos prestaban ayuda. Pudimos respirar y relajarnos de tanta tensión en la casa y al cabo de un rato empezaron a llegar algunos hombres y jóvenes Méxicanos que se habian escapado de la PFP. La dueña de la casa no quiso que se refugiaran con nosotros y al cabo de un rato salimos Alberto, el resto de fotógrafos y yo. Agarré un taxi y en el camino nos cruzamos con 25 coches de la PFP que se movian hacia la parte alta.


Fuimos al nuevo hotel y les presente a Txabi y decidimos quedarnos allí. También hablé con Mili, una amiga de Pety, con la que había trabajado en Chihuahua. Encontré en el diario Noticias de Oaxaca el lugar y hora de la manifestación, Santa Maria de Coyotepec al sur de la ciudad, cerca de un edificio del ayuntamiento a las diez, Txabi y yo fuimos hacia allá y queda con Mili que nos veríamos durante la manifestación por el centro.

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