jueves, enero 19

El efecto Broccoli

Aterrizé en casa después de cuatro dias fuera, con la garganta enrojecida por la marihuana y el frio húmedo de los canales de Amsterdam. El vuelo fue un sueño con una pesadilla final para mis tímpanos...me desperté a mil metros de altura con la sensación de estar debajo del agua: la visión por la ventana de las nubes y el aire rellenando mis trompas de Eustaquio me despertó definitivamente. El viaje era de ida y vuelta y mi pesado sueño no me impidió comparar el terreno canalizado de Holanda con el paisaje aereo catalán.

Holanda está levantado sobre un delta enorme al que llegan varios rios europeos, los más caudalosos. Se intercalan en una red compleja casas y estructuras, vias de comunicación, tierra y agua. El paisaje de canales es inicialmente cartesiano pero la naturaleza con sus ciclos lo desestructura hacia una geometría más imprecisa. El paisaje no solo era bonito, era futurista: enormes diques, generadores eólicos, gruas con ascensores y edificios inteligentes. El paisaje mediterráneo también está marcado por el agua, pero aquí el agua impone su ley en apenas un mes o dos con grandes riadas que siempre se llevan a coches, edificios y personas por delante. El resto del tiempo, incluso un día antes de la gota fría, actuamos como si nunca hubieran riadas y así todos los años se repiten desgracias anunciadas.




Aterrizé en casa y abrí la nevera. Me encontré este maravilloso ser vivo. Todavía no se a que sabe, no me atrevo a cortarlo ni mucho menos comérmelo. Gracias a internet ahora se que es un broccoli Romanesco, una mezcla entre coliflor y broccoli normal. Es un objeto fractal, cualquier trocito de broccoli contiene repetida toda la estructura, puedes mirar por el microscopio y se sigue repitiendo. También he averiguado que la espiral en la que se van estructurando los floretes tiene que ver con la sucesión de Fibonacci. Y hasta he podido averiguar la dimensión fractal del broccoli.

Las cosas vivas no pertenecen al mundo tridimensional y cartesiano en el que creemos vivir. Están entre una superficie y un volumen. Es como una hoja plana a la que una sesión infinita de papiroflexia la acaba transformando en una pajarita sólida con infinidad de polluelos.

Los bronquios en los pulmones, por ejemplo, son como la coliflor, con la superficie retorcida sobre si misma, de esta manera llegan más moléculas de aire a la sangre. Las venas y arterias del corazón también tienen una estrutura fractal para que exista mayor irrigación en los músculos cardiácos. El ritmo del corazón, la linea del electrocardiograma también tiene una estructura fractal, es más, un ritmo excesivamente periódico es indicador de mala salud cardíaca. Los arboles, las ramas y las hojas, la espiral de una concha, la superficie laberíntica de los corales: el universo de lo vivo tiene una geometria fractal. Parece que la vida busca los escenarios donde se favorecen las mezclas, donde es dificil distinguir entre dentro y fuera; la vida sin duda surgió en la espuma del mar de algún lugar donde tierra, agua, aire y energía se mezclaban indefinidamente.

La contemplación del broccoli Romanov y posiblemente los efectos de la marihuana, por cierto ¿cual será la dimensión fractal de los cogollos de la cannabis sativa?, me hicieron saltar de un tema a otro...¿porqué casi todas mis reflexiones me llevan a criticar la sociedad en la que vivo?

Creo que vivo en un lugar donde hay un miedo visceral al caos y al desorden. Vivimos
en una sociedad donde se persigue la uniformización cultural y vital en forma de consumidores/trabajadores/hipotecados ejemplares que buscan un escenario plano, gris, asfaltado. Ciudades, edificios, fábricas y vidas cuadriculadas de personas hablando en inglés y viviendo "the american way of life", pero no la de Nueva York, sino la de Utah. Miedo casi tribal a las mezclas y a los juegos donde cambian las reglas. Amsterdam sin duda es un ejemplo de como la diversidad y el intercambio cultural y comercial es la base para las emergencias, para la evolución cultural. Toledo en el siglo X también fue un ejemplo.

¿Por qué hay tanto miedo a las mezclas, si son la salsa de la vida?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues por la propaganda, claro. Alguien se ha encargado de difundir la idea de que la salsa es mala malísima porque te pone el colesterol por las nubes, y así, todo lo relacionado con las salsas, como las mezclas maravillosas y que nos abren la mente, pues da miedo y se vuelve yuyu. Yo qué sé. La verdad, no me entra en la cabeza, pero sólo se me ocurre que tenga que ver con la difusión de ideas preconcebidas de mentes retorcidas y bastante cerradas.

Casi todas tus reflexiones te llevan a criticar la sociedad en la que vives por el mismo motivo que yo: no te gusta lo que ves. Y cuando uno no aprueba algo, lo normal es que lo diga :)

Amsterdam es mi ciudad renacentista. Permanentemente.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Yo diria que es muy buena la observacion del broccoli. Si surgio como consecuencia de los efectos de marihuana , en buena hora! Amigo la vida es lo que has observado, ni mas ni menos.
Vivimos en una sociedad que se ha encuadrado y ha creado valores superfluos a los que estamos apegados por necesidades creadas por hombres que no entienden que el hombre es tan solo un integrante mas de la naturaleza. La naturaleza es la vida misma , cada integrante forma parte del espiral sin dentro y sin fuera como vos describis muy bien.
El miedo surge como acto preventivo de los hombres que tienen poder '' economico''. La verdad de la vida que has observado haria caer grandes industias ,ramimificadas en el mundo cuya politica va en contra de la vida misma. Obsevalo! ( industria : farmacologica, petrolera , quimicos ,etc pòr el estilo).
Un abrazo grande.